Como gestionar el confinamiento por coronavirus
Esta es nuestra cuarta semana de confinamiento y sabemos que por lo menos nos quedan por delante otras tres semanas más de cuarentena.
Este periodo de aislamiento puede provocar en algunas personas determinadas consecuencias. En este artículo te comento cuales son las consecuencias más habituales derivadas del periodo de confinamiento y cuáles pueden ser las estrategias efectivas para gestionar de manera satisfactoria este proceso.
Consecuencias del confinamiento.
Después de estas tres semanas confinados, es posible que la motivación y el sentimiento de estar haciendo lo correcto quedándonos en casa para cuidar de los demás, esté dejando paso a otros sentimientos y emociones como pueden ser las siguientes:
Ansiedad: Los momentos de incertidumbre que estamos atravesando hacen que nuestro nivel de ansiedad aumente. La incertidumbre genera en nosotros una reacción de angustia ante un futuro que se nos presente incierto a diferentes niveles, como es el sanitario, el económico o social.
Estrés: El confinamiento nos estresa, nos sentimos superados por la situación y muchas veces no sabemos cómo reaccionar ante diferentes situaciones que se nos presentan en nuestro nuevo día a día.
Dificultad para la gestión del tiempo: El confinamiento está siendo todo un desafío para nuestros recursos de gestión del tiempo. Ya sea porque hay más tiempo libre para aquellas personas que no pueden hacer teletrabajo y tienen que cubrir estas horas con otras actividades o ya sea las personas que hacen teletrabajo, pero que tienen que sacar tiempo para hacer otras actividades que son necesarias en estos momentos de confinamiento, como pueden ser el ejercicio físico, el ocio, el contacto con nuestros seres queridos etc.
Sentimientos de soledad: Muchas personas pasan el confinamiento solas y en algunos casos no tienen posibilidad de ponerse en contacto con otras personas a través de medios telemáticos, como puede ser el caso de algunas personas mayores que no están familiarizados con las nuevas tecnologías.
Estrategias para la gestión del confinamiento.
Por todas estas circunstancias vemos que el confinamiento puede ser un desafío para muchas personas, pero podemos establecer algunas estrategias para llevarlo de la mejor manera posible y que tenga un menor impacto en nuestra salud psíquica.
HORARIOS Y RUTINAS.
Una de las estrategias que debemos poner en marcha son los horarios estables y rutinas en nuestro día a día. Si estas rutinas pueden ser parecidas a las que llevamos en nuestra vida habitual, mejor que mejor. Si seguimos trabajando desde nuestra casa, debemos intentar ponernos el horario que tendríamos si fuéramos a nuestros centros de trabajo y acabar la jornada laboral en el mismo horario que el habitual, para así dejar paso a otras rutinas que pueden ser importante, como el contacto con los demás u otras actividades que deseemos hacer en nuestro día a día.
Si no estás haciendo teletrabajo, entonces puedes aprovechar estas horas para realizar alguna actividad que tuvieras en mente pero que por falta de tiempo no han podido llevar a cabo. Quizás haya algo que te hubiera gustado aprender, pero para la que nunca has tenido tiempo.
En cualquier caso, tanto si estás trabajando como si no lo estás haciendo es importante que tengas una rutina diaria.
DESCONECTAR DE LA INFORMACIÓN.
Estar informado en esta situación es muy importante. Más cuando estamos viviendo una situación en la que hay cambios de escenarios de manera rápida y por tanto es importante estar al tanto de las nuevas medidas que se adopten en referencia al confinamiento y en cuanto a la situación en general.
Pero también es cierto que estamos viviendo una situación de sobreinformación. Nos llegan diferentes informaciones por diferentes vías, ya sean redes sociales, informativos etc, que puede llegar a saturarnos.
Por otro lado, mucha de esta información que nos llega puede ser información no contrastada o incluso falsa que puede hacer que nos angustiemos, o que nos confundamos.
Por tanto, una buena medida puede ser el informarse una vez al día de fuentes contrastadas y verificadas.
OCIO EN CASA.
Una rutina que tenemos que introducir en nuestro horario, son las actividades de ocio. Afortunadamente hoy en día podemos contar con un sin fin de recursos para cubrir el ocio. Podemos ver cine o series, podemos leer, etc.
En el caso de las parejas o las familias, es importante que hagan ocio juntos, podemos recurrir a los “antiguos” juegos de mesa, a los naipes o a cualquier otro recurso que nos permita tener un rato de ocio con los nuestros.
MANTENIMIENTO DEL CONTACTO SOCIAL.
Que estemos confinados no quiere decir que no tengamos contacto con nuestros seres queridos. Hay que seguir manteniendo el contacto con todos ellos ya sea telefónicamente o por videoconferencia. Esto nos permitirá no sentirnos aislados y mantener cierta “normalidad” en el contacto.
Podemos quedar con nuestros amigos o familiares para hacer una actividad común como un aperitivo “virtual” o una cena “online”.
En cualquier mantener contacto con amigos y familiares nos ayudará a gestionar mejor el confinamiento.
MANTENIMIENTO DE LA ACTIVIDAD FISICA.
Sabemos que la actividad física es un regulador de nuestros estados de ánimo. Sabemos que gracias a la actividad física se liberan sustancias como las endorfinas que aumenta el estado de bienestar y ayuda a la regulación emocional.
En esta situación de confinamiento muchas personas no pueden hacer su rutina habitual de ejercicio o deporte, pero eso no significa que no se pueda ser creativo para desarrollar una rutina casera de ejercicio.
El hacer esta rutina nos ayudará por un lado a mantener nuestro cuerpo en forma, por otro lado, nos ayudará a manejar estados emocionales negativos que podamos experimentar.
NO PENSAR EN FECHAS.
En realidad, no sabemos muy bien cuando acabaremos el periodo de confinamiento, aunque tengamos una fecha dada por las instituciones ésta se puede prorrogar dependiendo de la evolución de la pandemia.
Por tanto, si ponemos todas nuestras expectativas de terminación del confinamiento en una fecha y esta se prorroga, tendremos sentimientos de frustración, de decepción. También puede que aumente nuestra ansiedad y nuestros estados de ánimo negativos.
Es más beneficioso no tener una fecha en mente y concentrarse en el día a día. Centrar los esfuerzos en la gestión del día a día, en que actividades vamos a hacer para cubrir el día de hoy, sin centrarnos demasiado en los días venideros.